Alguna vez sentiste que el tiempo transcurría sin que te des cuenta, en dónde cuerpo y mente estaban tan enfocados que horas parecieron solo minutos y pudiste concentrarte sin problemas en lo que tenías enfrente, sin distracciones? Ese kairos, esa manera de experimentar la realidad está accesible para poder utilizarla a diario. Aquí repasaremos algunas estrategias que nos ayudan a utilizarlo en nuestro beneficio.
Qué es fluir
Es un estado que describe un sentimiento en el que, bajo determinadas circunstancias, estamos totalmente inmersos en lo que sea que estemos haciendo, dándonos un gran rendimiento, creatividad y productividad, sintiendo que fue casi sin esfuerzo. Según Csikszentmihalyi, quién desde la psicología positiva lo encaró por primera vez, existen ocho características del estado de fluidez:
- Concentración completa en la tarea
- Claridad de objetivos y feedback inmediato
- Cambio en la percepción del tiempo (aceleración o detenimiento)
- La experiencia es en sí misma gratificante
- Todo se vuelve sencillo y sin esfuerzo
- Balance entre el desafío y las habilidades
- Las acciones y la conciencia se fusionan y se pierde la timidez
- Hay una sensación de control sobre la tarea
Beneficios
- Claridad absoluta: en este estado, tu mente y cuerpo saben qué hay que hacer aún sin pensarlo mucho.
- Concentración intensa: enfocarte en tu tarea sin sentir las distracciones ayuda a un resultado de mayor calidad.
- Falta de obstáculos: la duda, el estrés y las preocupaciones, entre otras, no aparecen a la vista cuando experimentamos la realidad de esta manera.
- Sentimientos Positivos: solo transitar así el momento hace que sea una experiencia positiva, haciendo algo que te permite sentirte apasionado.
- Felicidad y alegría: fluir nos permite trascender el estado pasajero, y nos brinda una duradera sensación de bienestar, alegría y felicidad.
Métodos
Genial, y cómo se hace para llegar? Bueno, hay distintos métodos y claves para poder encarar nuestras actividades de esta manera:
- No forzarlo: podemos tener experiencia previa, pero cada vez es un desafío distinto, porque cuanto más intento controlar, más difícil es tener el control.
- Hacer algo que amamos: es la manera más sencilla. Encontrar qué de lo pendiente despierta mayor pasión, y enfocarnos para entrar poniendo lo que más sabemos hacer.
- Comenzar por la tarea más importante: de todo lo que hay por hacer, qué es lo que veo que podría dar un mayor aporte, e iluminar el camino de lo que sigue?
- Identificar nuestros tiempos productivos y picos creativos: viendo en qué horarios podemos trabajar naturalmente a máxima velocidad. Mañana, tarde, según cada uno.
- Eliminar distracciones: incluyendo redes sociales, teléfono (modo no-molestar), correos. Todos tenemos cosas que sabemos que nos van a desviar, evitémoslas.
- No realizar varias tareas a la vez: como seres no estamos diseñados para dar lo máximo en más de una cosa por vez.
Resumiendo
Lo más importante es profundizar sobre los métodos que funcionan para cada uno, sobre todo cuando pensamos en equipos, e ir transformándolo en un hábito, para tenerlo disponible cuando nos haga falta. Porque tal vez no todos los días sea así, pero una vez comenzamos a tomarle el gusto, claramente intentaremos pasar más tiempo aquí, en “la zona”. Sobre todo porque funciona!
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